lunes, 4 de noviembre de 2013

Arrancando motores...

Pensando sobre que escribir, sobre algo que me inspire y merezca la pena de una buena reflexión.
Con lo ocupada que todo el mundo tiene su vida apenas nadie parece tener tiempo para pararse a mirar el ritmo trepidante al que se mueve todo.

Nos levantamos,  desayunamos, nos arreglamos y vamos a trabajar/estudiar o si no tenemos una ocupación "formal" pues nos perdemos para no encontrarnos en los mares del entretenimiento que esta sociedad ofrece, que no són pocos, incluso si llegamos cansados después de un largo día a casa disfrutamos de estas mareas como si de una brisa agradable de verano se tratara. Pero esto es una banal descripción muy genérica que no define a nadie en particular y demasiados en general (ojalá que a menos de los que creo). Incluso algunas veces, me siento identificada con esta pauta, pero me quiero negar a ello, darme cuenta que si a veces me pasa no me da la gana que siga así, no mientras me quedé consciencia y fuerza.

Hay muchísimas cosas que suceden en un abrir y cerrar de ojos, algunas que repercuten en el destino de  un gran número de personas y la mayoría ni tan siquiera lo notan. No hablo de nada en particular y hablo de todo, me refiero a esa falta sentimiento común, de sentimiento que formamos parte de algo, de una sociedad, de una cultura, de una generación que ha accedido a una educación que les permite con más o menos dificultad convertirse en ciudadanos críticos y activos, y no en idiotas. No lo digo como un insulto, me remito al propio significado original de esta palabra "idios" en griego significa uno mismo, los idiotas era y son aquellos que se preocupaban exclusivamente por si mismos. Esto lo aprendí hace tan solo unos días gracias a un programa sobre la crisis griega en que una mujer contaba que los griegos ya no eran ciudadanos sino idiotas.

Si me permitis la motivación esto me parece una soberana mierda, porqué por lo que parece es bastante común y porqué así no se pueden cambiar las cosas, con solo uno o dos ciudadanos críticos, y sobretodo autocríticos y comprometidos de cada diez. Yo no me considero una ciudadana plena la verdad, és uno de mis sueños, serlo en un futuro que espero no sea lejano, porqué he de reconoceroslo, hasta hace relativamente poco vivía sumida en esas mareas de las que hablaba al principio. Ahora siento que estoy cerca de la orilla pero és más difícil de lo que parece salir de esas corrientes, así que bueno como decía la autocrítica és la primera sino no veo que tenga derecho a criticar a nada ni nadie constructivamente (por eso esta obertura de nuevo del blog es tan genérica). Pues lo dicho, no sé si esto lo leerá alguien pero si és así y has llegado hasta aquí es que tu motivas esa esperanza que tengo, así que gracias porqué lo terrible sería que en vez de pocos no hubiera ninguno con inquietudes sobre aquello que le rodea, gobierna y determina las posibilidades de muchas vidas. Así que nada por hoy me despido con este artículo sobre todo y sobre nada en concreto que busca un desahogo y clama algo de luz entre la oscuridad que parece sumirnos y en la que algunos gobernantes, no todos, porqué claro no conozco a tanta gente, es complicado llegar a ese punto de omnipotencia y omnipresencia eh. Bromeaba pero en definitiva és eso, que entremedio de una masa adormecida quiero pensar que hay mucha gente con ideas, preguntas y ganas de hacer cosas para cambiar aquello que no les parece justo de forma pacífica y consensuada, solo que se camuflan entre las olas que les tapan des de la playa, el mar es muy grande y parece que no tenga fin, pero la tierra esta ahí, cerca, más cerca de lo que parece :).


B.G


No hay comentarios:

Publicar un comentario